¿Cómo Funciona el Rafting?

rafting

Si has intentado alguna vez la bicicleta de montaña, senderismo o la acampada libre, puede que seas de esas personas que le gustan los deportes de aventura. Estas actividades frecuentemente inspiran a la gente para que se hagan entusiastas en los deportes de aventuras.

Este tipo de deportes desafía al cuerpo y nos ofrece un buen escape de la monotonía del día a día. Algunas de estas actividades incluyen la escalada o el esquí por nombre algunos. Ya seas un profesional de los deportes de fin de semana, un atleta o simplemente alguien que está buscando algo que le guste, hay una actividad donde no importa el nivel que tengas, y es el rafting de río.

En el rafting, los participantes bajan con una balsa por los rápidos de un río con un guía, y dependiendo de la modalidad, deben o no remar por el trayecto. Este deporte empezó a ser popular cuando se convirtió en parte de los juegos olímpicos en los años setenta. Hoy en día es un deporte muy popular practicado por millones de personas.

Saliéndonos un poco de los deportes de playa, de lo cual trata nuestra Web, hoy hablaremos de un deporte que también se realiza en el agua, pero en los ríos. Estamos hablando del rafting, o la bajada en balsa por ríos muchas veces bastante movidos. Hay diferentes variantes de rafting, y el tipo que elijamos depende de la salida que tengamos prevista.

El “paddle” rafting usualmente implica un grupo de cuatro  a ocho personas y un guía. Las balsas de plástico e inflables son muy rápidas en el agua y pueden ser utilizadas en cualquier tipo de aguas, ya sean tranquilas o muy revueltas. Muchos servicios de guía usan esta modalidad de rafting. Se supone que todo el mundo tiene que remar mientras un guía en la parte de atrás va dando las instrucciones. Hay una versión más reducida de esta modalidad donde la única tripulación la forman dos personas.

Si estás buscando una aventura más tranquila, podemos hacer otra modalidad de rafting llamada oar rafting, aunque realmente el nombre lo da la balsa. Este tipo de balsa es también inflable también tiene un guía con un grupo de largos remos de madera. Estas balsas usualmente tienen de tres a cinco personas y suelen ser ideales para aguas más moderadas. Existe también un híbrido entre estos dos tipos de rafting, donde todo es igual pero en este caso los tripulantes tienen que ayudar con los remos. Este tipo de rafting se usa en rápidos de medio a alto nivel.

Las balsas también se categorizan en varios tipos donde uno muy común es la balsa tradicionalmente inflada pero los bordes  de la base están enlazados a los lados de la balsa permitiendo que el agua fluya por el suelo de la balsa, por los bordes y a través de los lazos. Muchas de las balsas modernas utilizan esta modalidad.

El otro tipo, llamado catarafts, es una balsa hecha de dos tubos inflables unidas por una base metálica, y son más fáciles de utilizar que los otros tipos. Están diseñadas para albergar a menos pasajeros y son una buena opción para las personas que quieren tener su propia balsa.

Hay muchas más alternativas en balsas de río, de varios tamaños, las cuales se pueden ir valorando según vamos siendo más expertos en estas expediciones río abajo. Hay balsas de plástico rígido y canoas hechos de plástico o incluso fibra de vidrio, donde el modelo de dos tripulantes es muy popular para la gente que le gusta practicar este deporte en aguas moderadas.

¿Cómo son los rápidos en el rafting de río?

rafting rio

Cualquier con un espíritu aventurero puede disfrutar del rafting en los rápidos de un río. Sin embargo, independientemente de la edad que tengas, deberás elegir el río adecuado para tu nivel de experiencia. Los rápidos para hacer rafting son ya de por si considerados como difíciles, y están clasificados en seis niveles de dificultad. Los dos primeros niveles son los mejores para principiantes y familias.

Los de nivel I están considerados como los más fáciles. Generalmente son aguas calmadas con pocas o ninguna ola u obstrucciones. No hay que hacer grandes maniobras ni tener una gran experiencia. Las aguas de nivel II son ligeramente más complicadas, con algunas olas de tamaño medio y donde hace falta hacer más maniobras para evitar algunas rocas.

Para los más aventureros que todavía no tienen una gran experiencia en rafting, o incluso para aquellos que tienen un nivel intermedio. Los niveles tres y cuatro necesitan algunos conocimientos técnicos, aunque muchos principiantes se pueden aventurar a intentar estos rápidos. Los de nivel tres tienen olas moderadas e irregulares con corrientes rápidas y pasajes estrechos.

Estos rápidos nos pueden ocasionar algún apuro si comentemos un error, aunque las aguas son navegables sin problemas con un poco de experiencia. Los rápidos de nivel cuatro son difíciles y deberían ser intentarse solo por los más experimentados en este deporte. Tienen corrientes cruzadas y las aguas son rápidas y turbulentas con olas muy potentes.

Los niveles cinco y seis son para los muy expertos y normalmente son considerados un desafío. El nivel cinco es extremadamente complicado. Las aguas son intensas y con corrientes muy fuertes y cruzadas, con caías y agujeros como también obstrucciones y turbulencias fuertes en muchos de los tramos. Las de nivel seis son directamente casi imposibles o al menos casi imposibles de navegar.

De todos modos, los ríos no siempre caerán fácilmente en una de estas clasificaciones, y puede que te sorprendan con su dificultad. También se debe saber como hacer un estudio del río desde la orilla y la propia balsa con una técnica llamada “scouting”. Esta técnica de lectura del río requiere ver muchos elementos del río para poder determinar los posibles peligros que hay.

Lo primero es ver todo el escenario desde una perspectiva amplia, como la dirección de la corriente cualquier objeto de riesgo, como árboles caídos o rocas grandes. Luego se debe mirar a los detalles, como por ejemplo los posibles lugares para hacer paradas de descanso.

Por supuesto, dependiendo del país en el que estés, los ríos serán de diferente manera y sus formaciones cambiarán según donde estemos. Por este motivo, siempre es mejor consultar antes el lugar a donde vamos a practicar el rafting, y tener un conocimiento previo de cualquier detalle importante.

Seguridad en el rafting

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Los llamados “ratas de río” son personas con una amplia experiencia en los rápidos y que son contratados como guías por compañías comerciales de rafting. Son profesionales entrenados que se aseguran de que la experiencia de las personas que practican este deporte sea divertida pero también segura.

Estos guías profesionales están entrenados en rescates en entornos de río con aguas muy movidas, como es el caso de los rápidos, primeros auxilios, diferentes entornos y muchos otras cosas útiles a la hora de practicar este deporte. Este guía se asegurará de que sepas como remar y te instruirá de maneras de estar a salvo en el río.

Algunos guías van dentro de las balsas mientras que otros se mantienen en sus propios kayaks. Esté o no el guía dentro de la balsa depende de varias cosas, como por el ejemplo la compañía a la que se contrata los servicios.

Algunos viajes guiados pueden durar varias horas, aunque algunos servicios ofrecen paquetes de un día entero, y de varias actividades, por lo que solemos tener varias opciones a la hora de practicar rafting. Normalmente, al empezar el viaje se presenta el guía.

Dependiendo del país, se nos hará firmar un formulario y se nos dará una pequeña charla de seguridad antes de ir a la embarcación. Se nos proporcionará todo el equipo de seguridad, los cuales son necesarios y obligatorios, como son chalecos salvavidas, casco y otros dispositivos de seguridad.

Una vez que el grupo con el que vayas está en la embarcación y flotando, el guía dará algunas instrucciones de cómo es la mejor forma de remar mediante algunas técnicas, y algún tiempo para practicar antes de meterse de lleno en el río. Aunque no debemos esperar ser unos maestros del los remos en la primera vez, debemos conocer algunos movimientos básicos.

Esto nos ayudará en este primer viaje y para siempre si seguimos practicando rafting. La remada hacia adelante permite dirigir la balsa más rápido o lento según la corriente del río. Es la típica remada que hacemos con un solo remo a un lado de un barco.  Por supuesto, si lo hiciéramos solo en un lado, daríamos círculos sin parar, por lo que hay que hacerlo con cierta técnica en ambos lados para avanzar.

Estás a merced de la corriente del río, por lo que para evitar ir hacia los lados, debemos utilizar una palanca que empuja la parte de atrás de la barca o balsa hacia abajo en línea con la parte delantera del barco, manteniéndonos en una camino relativamente recto. Si queremos realizar un giro, nuestra remada nos permite hacerlo sin desacelerar. ¿Qué ocurre si vamos hacia atrás? La remada opuesta nos permitirá ir más despacio y pondrá la embarcación en la dirección correcta de nuevo.

Mientras que no tiene una dificultad grande, y hay incluso servicios de rafting donde no hay guía, cuanto más sepamos de remar, más seguros estaremos en el río. Mientras que la mayoría de las heridas y accidentes ocurren en la práctica no guiada de este deporte en lugar de los viajes guiados, es importante tener en mente que el rafting, aunque divertido, es una aventura que conlleva un riesgo.

Para participar en este deporte, no hace falta que seas un atleta o un nadador experto, pero tener unas buenas condiciones físicas hará que la experiencia sea mucho mejor y más segura.

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