Algunas Buenas Razones para Conseguirte una Casa de Playa

Casa de playa

Si estás pensando comprar una casa de playa o incluso hacer que la construyan para poder que te sirva de segunda residencia vacacional, date un momento para pensar en todas las posibilidades. Pregúntate ¿Cómo será mi vida dentro de diez años? ¿O dentro de treinta? ¿y qué repercusión tendrá una nueva casa de playa a lo largo de mis temporadas de vacaciones?

Las razones por las que la gente se compra casas o apartamentos en la playa, simplemente no han cambiado  a lo largo de los años. Lo que si ha ocurrido es que esta práctica se ha expandido y ha evolucionado. Cada vez más, se están formando ciertos grupos que huyen de las ciudades para irse al lado del mar, ya sea por vacaciones, largas temporadas o incluso para retirarse a vivir definitivamente.

El primer y principal grupo es el de los jubilados y prejubilados, que deciden irse a un lugar más tranquilo y saludable para vivir, aunque cada vez está más en auge personas que consiguen reubicar su trabajo o empezar uno nuevo en zonas costeras haciendo la consiguiente compra de vivienda al lado de la playa. Realmente es un cambio de vida y hay nuevas planificaciones que hacer.

Aquí hay tres aspectos importantes que considerar cuando estamos pensando en comprar una casa de playa y todavía no tenemos nada decidido ni demasiado claro de lo que queremos:

1 – Las necesidades de tu actual y potencial futuro estilo de vida

Una buena manera de verlo es pensar esto: Algunas personas son más activas que otras, y el término ‘activo’ significa algo diferente para cada uno. Eligiendo el lugar de tu segunda vivienda debería reflejar la clase de actividades que estás persiguiendo. Piensa en lo que te gusta a todos los niveles, y valora los lugares que te lo ofrecen.

Otra manera de planteárselo es pensar que a algunas personas les encanta cocinar, y quisieran una casa de playa para las vacaciones que tuviera una grande y bien equipada, mientras que otras prefieren comer y cenar fuera casi todos los días mientras están de vacaciones, y por lo tanto solo necesitarán una pequeña y eficiente cocina.

¿Cómo es tu vida ahora? Dentro de lo que esperas, ¿Cómo cambiará tu vida a lo largo de los años? Intenta contestarte lo más sinceramente posible, y estarás ante un buen comienzo.

2 – El crecimiento de la familia

¿Tienes una familia grande? Si no es así, ¿crecerá en unos años? ¿Eres de las personas que les gusta viajar o ir de  vacaciones con muchas personas y en grupo, o prefieres ir solo o como mucho con tu pareja?

Las respuestas a preguntas como esta, pueden afectar a decisiones relacionadas con la comunidad que elijas, el tamaño de la casa, consideraciones en el diseño interior, o incluso ser propietario total de una casa o simplemente decidirte por la vía del alquiler.

3 – La longitud de tus visitas

Lo que una vez fue una casa para pasar las vacaciones, donde pasaste unas preciosas semanas o incluso meses, puedes volverte un residente permanente, como se ha comentado al principio del artículo. Ya sea por una jubilación o por un cambio en el estilo de vida, esto es cada vez más frecuente sobre todo en las congestionadas ciudades.

Se debe pensar en esta posibilidad si vemos que puede ser algo que ocurra. Lo que ahora son pequeñas molestias ‘tolerables’, como un aseo sin bañera, falta de espacio donde colgar la ropa recién lavada, falta de habitaciones, vivienda sin ascensor, sin garaje, y más cosas, puede ser un problema molesto en el futuro.

Si no te importa realizar las inversiones en proyectos de renovación de la vivienda en el futuro, entonces no hay problema, pero ¿no sería mejor y más sencillo hacerlo bien desde el principio?

La idea de planear la compra de una casa de playa que se ajuste a una futura vida, no viene de forma natural para todo el mundo. Para hacerlo más fácil, hazlo más divertido. Antes de empezar todo el proceso, tómate tu tiempo para imaginar tu futura vida. Piensa en lo que te gustaría ser y hacer en unos años empezando desde ahora.

Vivir en una casa en la playa

comprar casa en playa

Muchos de nosotros, sobre todo los que vivimos en grandes ciudades del interior, posiblemente hayamos pensado alguna vez en cambiar nuestro estilo de vida y abandonarlo todo para ir a vivir al lado de la costa. Vivir junto al mar en una casa en la playa es una ilusión que pasa por la cabeza de más gente de la que creemos.

La gente que ya vive al lado del mar puede o no apreciar esto (aunque la mayoría si lo hace), pero realmente el cambio es grande con respecto a vivir en áreas internas de una país. Si además de esto podemos vivir justamente al lado del mar, entonces los cambios son mayores, e incluso nuestra salud se puede ver muy beneficiado con ello.

¿Qué beneficios tiene vivir al lado del mar? ¿Tener una casa en la playa y vivir en ella todo el año marca alguna diferencia? Lo cierto es que si. Por circunstancias, estuve viviendo varios años viviendo de esta manera, ya que mi trabajo coincidió con una zona de la costa levantina, y dio la casualidad de que tenía una casa a pie de playa en una población cercana al trabajo. Antes y después de eso, he trabajado y vivido en ciudades más interiores y si hay una gran diferencia entre una cosa y otra. De hecho, una cosa no tiene nada que ver con la otra.

Para empezar, la perspectiva de nuestro entorno es radicalmente diferente. Desde que nos levantamos por la mañana nos sentimos más vinculados al entorno y la naturaleza. Esto hace que se tenga una energía distinta desde que salimos de casa a primera hora. El olor de mar y los sonidos característicos que se pueden escuchar cambian nuestro concepto de las cosas.

Esto nos da una peculiar fuerza para realizar las cosas que tenemos por delante. No es como salir a la calle en la ciudad y escuchar el sonido de los coches o la primera bocanada de aire con humo de motor (a no ser que vivas en un área fuera de la ciudad).

Sobre esto último que he dicho hay mucho de lo que hablar. La polución en las grandes ciudades puede variar dependiendo del tiempo del año y la zona donde vivimos. Aunque sea una cosa que no veamos, algunas veces si la podemos notar claramente al respirar. Viviendo junto al mar no suele tener este problema, y cambiar el dióxido de carbono por el intenso olor a yodo de mar es algo nuestro organismo seguro que agradece. Precisamente lo agradece reactivando nuestro organismo incluso antes de habernos metido un buen desayuno.

Una cosa que mucha gente tiene en cuenta porque se preocupa de otras cosas, es que el aire fresco y limpio es esencial para la salud y las actividades diarias. Vivir junto al mar suele motivar para hacer una vida más sana y es precisamente por este aire de mar al que se está expuesto.

Algunas consideraciones cuando estemos pensando en comprar una casa de playa tanto para vacaciones como para vivir permanentemente.

Esto es algo que los que viven en las ciudades no consideran, pero realmente deberían. Nos pasamos mucho tiempo metidos en nuestras casas, coches, oficinas, colegios y otros sitios, y realmente nos perdemos ciertas cosas que son sencillas pero importantes. Esto nos lleva al siguiente punto.

Aparte de las ventajas comentadas hasta ahora, vivir en una casa en la playa junto al mar hace que estemos más cerca de lo que nos rodea. La gente suele salir más simplemente porque ver un amanecer o un atardecer en la playa incita a salir de casa y disfrutar del paisaje. Los olores, sentidos y sensaciones de vivir al lado del mar son diferentes a vivir en una gran ciudad del interior, y todo el mundo debería comprobarlo al menos durante un periodo de tiempo.

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