El salir a la caza de metales en la playa es un hobby que ha ido ganando popularidad en los últimos años. ¿Por qué es esto? Por el simple motivo de que se pueden encontrar tesoros que de otra manera se quedarían enterrados en la arena. La gente en verano va en multitudes a la playa para disfrutar del sol, el mar y la arena, y mucha pierde cosas que lleva encima, como pueden ser monedas, joyas y otro tipo de cosas.
La herramienta más importante para encontrar estos objetos es un detector de metales. Nos puede llevar a donde están estos pequeños tesoros, aunque hay que saber ciertas cosas para que sea más efectivo.
Lo primero es mirar la configuración del detector de metales que llevamos. El nivel de sensibilidad debe ir acorde al metal que estás buscando. Por ejemplo, si quieres buscar objetos que sean de oro, se tiene que configurar en modo “joyas”. Luego hay que ajustar el nivel de sensibilidad del detector. Normalmente estos dispositivos vienen con un manual para hacer las configuraciones correctas dependiendo de lo que se busca. Si no es así, se puede buscar el modelo en Internet y ver que ajustes son los mejores.
Luego hay que decidir donde vamos a buscar los objetos que se han quedado perdidos en la playa. Cualquier playa tiene varias zonas donde se pueden hacer las búsquedas. Como es obvio, hay que ir a las áreas donde más gente ha estado durante las horas de sol. Para ello, es buena idea ir por la mañana y ver donde se suele poner la gente con las toallas y sombrillas. Las zonas más aglomeradas son lo que buscamos para buscar objetos metálicos.
Otra zona que puede ser buena para buscar con el detector de metales es en sitios con mareas altas. El agua arrastra muchos objetos que hay alrededor y suele depositarlos en la playa. Se pueden encontrar muchos objetos es sitios con estas mareas, aunque es siempre preferible las zonas de toallas y sombrillas.
Cuando se hacen las búsquedas con el dispositivo, hay que cubrir un área en concreto y hacer un movimiento de barrido de un lado a otro. Se debe hacer de un modo lento para que al detector no se le escape algún objeto enterrado en la arena. El detector pitará una vez que reciba una señal de una pieza metálica. Si se tiene suerte, será una moneda, una cadena de oro, un anillo o algún tipo de metal que puede tener un algún valor.
Sin embargo, la mayoría de las veces serán cosas sin valor. Por eso es importante tener un detector que pueda discriminar el tipo de metal, como por ejemplo el oro del aluminio.
Hay también que sostener el detector correctamente. Se debe coger con una mano ligeramente extendida. El disco debe estar al menos a diez centímetros de la arena. Después de un rato notaremos como se nos cansan los brazos, por lo que es aconsejable conseguir un detector de metales que sea ligero si eres un principiante.
La hora de hacer las búsquedas varían dependiendo de la persona. Algunos prefieren buscar de noche, aunque está el problema visual, por lo que hay que llevar una linterna. Otros prefieren por la tarde cuando todos los bañistas se han ido. Obviamente hacer estas búsquedas es en verano, aunque los días siguientes de la finalización de las vacaciones son buenos días también. Se puede aprovechar todo el día para hacer los rastreos.

Otra cosa que hay que recordar es cuidar la playa. Para poder encontrar los metales, habrá que cavar agujeros profundos. Hay que volver a taparlos una vez que tengamos el objeto. Dejarlos tal cual puede causar algún accidente si alguien pasa por ahí, y rompe la estética de la playa.
Si encontramos cosas que no tiene valor, no debemos tirarlas sin más, sino que hay que ponerlos en una bolsa y luego tirarlas en un contenedor. En algunas casos, puede incluso tener un valor que no sepamos, por lo que se puede llevar a tasar.