¿Te puedes imaginar una playa que tenga el agua caliente como si fueran aguas termales? Puede parecer algo poco natural pero lo cierto es que existe una playa así en Nueva Zelanda. En la costa este de la isla, tenemos una playa llamada Hot Water Beach, que recibe su nombre por las corrientes subterráneas de agua caliente que se filtran por la arena entre las mareas bajas y altas.
Por este motivo, esta playa atrae a un increíble número de turistas todos los años y es una de las más populares de la región. La cantidad aproximada es de unos 150 mil turistas anuales, aunque algunas veces pueden ser más.
Lo que es aun más interesante de Hot Water Beach es la forma que la gente se crea sus propios spa en la misma playa. Esto ocurre en una franja de dos horas antes o después de una marea baja. Durante este periodo se pueden cavar grandes agujeros en la arena, lo cual permite que el agua caliente salga a la superficie.
Básicamente lo que se hace es crear una mini piscina de agua caliente improvisada en el agujero. De hecho, muchos turistas ya vienen preparados con palas y cubos para fabricar su propio agujero y disfrutar de este relajante baño termal.
Por supuesto, la seguridad es algo que se tiene en cuenta en esta playa. Estas corrientes de agua caliente no están demasiado alejadas del mar, incluso cuando hay marea baja. En ocasiones, puede haber grandes olas que al chocar contra la orilla pueden dar un susto a los visitantes si no están alertas.
También se avisa a los nadadores de que no se metan más de cincuenta metros en el agua, ya que hay rocas y corrientes que pueden ser peligrosas. De todos modos, hay zonas más seguras donde muchos visitantes aprovechan para hacer surf.
Si se siguen las medidas de seguridad, la playa de Hot Water Beach puede ser una experiencia muy entretenida y relajante. No es la mejor playa para nadar, pero lo compensan esos spa improvisados que podemos disfrutar solos o en familia.