Por generaciones, muchas familias han hecho de la playa de Luquillo un lugar de descanso y diversión. Unas vacaciones en Puerto Rico están consideradas incompletas sin hacer una visita a esta mini paraíso en la costa. La vista desde esta playa es espectacular: Una larga línea de arena en aumento, alineada por palmera con grandes cocos y con los bosques y montañas envueltas en niebla, al fondo. Hoy en día, la playa de Luquillo se mantiene como una de las playas más populares de la isla, y por varias buenas razones.
Los arrecifes por la línea de costa, mantienen las aguas tranquilas y serenas, por lo que las familias y visitantes en general, pueden estar tranquilas sabiendo que las aguas más peligrosas están alejadas de la costa. A parte de esto, hay socorristas la mayor parte del día por lo que se puede considerar un área de baño seguro.
Los servicios de esta playa son varios, donde podemos encontrar un amplio parking, aseos y zonas para cambiarnos. También hay comercios para comprar regalos y recuerdos y por supuesto varios locales para comer y beber algo.
Entre los servicios que existen en el área, podemos encontrar el programa “mar sin fronteras”, donde profesionales ayudan a las personas en silla de ruedas. Hay también servicios de alquiler de barcas, windsurfing y campings para aquellos que lo prefieren como alternativa a los hoteles.
Otra atracción es el grupo de brillantes y coloridos kioscos cerca de la entrada a la playa pública de Luquillo. Podemos encontrar desde pequeños puestos hasta elegantes mini restaurantes, los cuales sirven una excelente cerveza helada, refrescos y los cocos hechos a manos para refrescarnos.
Para comer podemos tenemos las tradicionales bandejas de pescado y marisco y una buena variedad de platos de otro tipo. Cada uno de los sitios tiene su propia música tropical acompañando la comida o cena.