Como preciosas gemas conectadas en una cadena de rocas, las cinco poblaciones de la llama “Cinco Tierras”, cuelgan de unos altos acantilados que están enfrente de la inmensidad del mediterráneo en la parte noroeste de la bota de Italia.
Estas joyas de la corona pertenecientes a al Ribera Italiana, brillan desde las coloridas casa según se va bajando hasta las playas llenas de sombrillas que se alinean simétricamente. De los cinco pueblos, la playa más grande es la de Monterosso del Mar. Una sección rocosa divide Monterosso en lo que es el pueblo nuevo y el pueblo viejo.
Aunque las playas están localizadas en ambas partes de la roca, la parte más larga en el pueblo antiguo es con diferencia la más popular, ya que tiene el tren que trae más visitantes a la localidad.
Aparte del espectacular escenario, las playas de Monterosso son las favoritas cuando se trata de la llegada de turistas, ya que proveen de acceso a muchas cosas que han hecho la región muy famosa, como por ejemplo su delicada cocina. Las uvas y las olivas que se cultivan en los aledaños de las montañas que hay detrás de las playas, se han traducido en vinos y aceites premiados por su calidad y popularidad.

No solamente tiene estos productos como reconocidos, sino que también están los boquerones, los cuales la especialidad local. La salsa pesto es muy reconocida, la cual lleva albahaca, ajo, piñones y un tipo especial de queso.
Los visitantes que buscan unos días llenos de sol, actividades y una degustación completa de la cocina de la zona, pueden hacer el camino de las cinco tierras, la cual es una antigua ruta bordeando los acantilados que conecta las cinco pequeñas poblaciones.
Es un camino que no se ha arreglado en años, y en algunos puntos incluso es demasiado estrecho para dos personas, aunque realmente merece la pena permitirse esta pequeña aventura. El camino se hace menos incómodo según se llegan a las poblaciones más al sur, y en el tramo final hay zonas pavimentadas y con barandillas.
Toda la ruta se puede hacer en un día, aunque hacerlo en este tiempo no quieta la oportunidad de pasar tiempo en los pueblos. Es una lástima perder la oportunidad de disfrutar completamente de cada una de las poblaciones, ya que cada una tiene su propia personalidad y ambiente. Por tanto, se aconseja dedicarse tiempo y hacer una gira de algunos días para que la experiencia sea completa.

Como se ha dicho, las playas de Monterosso están bien comunicadas por tren, por lo que aunque no estés alojado en esta localidad y tengas el hotel o apartamento en cualquiera de las otras, podemos seguir disfrutando un día de playa en Monterosso.
Los trenes que conectan los pueblos salen y llegan con frecuencia, y las playas están prácticamente al bajarse de este medio de transporte. Se pueden alquilar sillas y sombrillas en la playa para pasar el día y usar los servicios que ofrece, que son duchas, aseos, cafeterías y restaurantes en la misma playa. Podemos acabar el día cenando en el estupendo restaurante de Monterosso.