Arenas doradas, aguas claras y cielos azules, así son las playas de Playa Blanca. Un lugar ideal para tumbarse, olvidarse de todos los problemas y llenar los tanques de energía renovada. Playa Blanca, que tiene el mismo nombre que el pueblo, dispone de una bandera blanca por su limpieza y organización, y es el núcleo de este recurso turístico.
Su localización central significa que no tiene ni mucho menos una escasez de bares, cafés y restaurantes, al igual que tiendas y sitios donde comprar todo lo necesario para que tu experiencia de playa sea excepcional.
Aunque es un poco pequeña, hay muchas cosas para ver. Suele estar concurrida de gente por lo que si estabas buscando una playa más bien solitaria, puede que esta no sea la más conveniente. En el puerto de Playa Blanca también tenemos el Ferry, que entra y sale del puerto dándonos un entretenido espectáculo.
En Playa Blanca tenemos otras playas alternativas como es la playa Flamingo, la cual está a unos veinte minutos al oeste de la ciudad siguiendo el camino paralelo a la costa.

La playa Flamingo es muy limpia, segura y atractiva. Aun encontrándose fuera del área urbano, podemos encontrar un número de tiendas y restaurantes para visitar durante el día, por lo que tendremos cierto grado de autonomía si decidimos quedarnos en esta playa todo el día. Si te vas a quedar por esta zona, hay un buen paseo hasta llegar a la playa, por lo que un coche o un taxi son más que aconsejables, especialmente si vas con niños y todo el equipamiento que eso conlleva.
Playa Dorada es otra opción y ciertamente su nombre hace honor a lo que nos podemos encontrar en esta playa, con su arena de color oro y sus transparentes aguas. Precisamente, las aguas son muy calmadas y es un sitio muy popular para bañarse de forma seguro.
De hecho, podemos encontrar un buen número de personas darse su primer baño horas muy tempranas. De nuevo, no está demasiado lejos de lo que es el núcleo de Playa Blanca, y está bien servida de tiendas y bares.
La playa de Papagayo es quizá la playa más conocida de todas las que se encuentran alrededor de Playa Blanca. En realidad es una colección de playas más pequeñas que están separadas por altos acantilados, formando una agrupación de impresionantes calas.
El área ha sido protegido y es ahora un parque nacional que solo puede ser accedido por un camino polvoriento y lleno de baches. Hay un pequeño peaje para utilizarlo aunque realmente merece la pena.
También se puede ver la playa de Papagayo en un taxi acuático desde el puerto de Playa Blanca. Los accesos a esta playa son relativamente fáciles, sin embargo están un poco lejos de las residencias principales o las localizaciones turísticas. Hay muy pocos servicios en la playa, por lo que si estás planeando pasar el día en alguna de sus calas, es mejor ir preparado.