Hay algo curioso cuando se trata del sol y la piel. ¿Por qué si un día vamos en un día muy soleado sin la camisa o camiseta y nos quemamos? En un día de verano te puede quemar, a no ser que hayas conseguido antes un cierto bronceado. Si ya tienes un bronceado puede estar al sol y es más difícil que te quemes.
También depende del tipo de piel que tengas. Como seas una persona con la piel muy blanca casi siempre te quemarás, a no ser que te pongas un protector solar. De todos modos, ¿qué es exactamente un protector solar? ¿Qué es un bronceado? ¿Qué diferencia hay entre quemarse y un bronceado? ¿Cómo podemos echarnos un poco de esta loción y estar protegidos?
Si te tomas algún tiempo para conocer como es nuestra piel y la luz del sol, todo empieza a tener sentido. La piel es uno de los órganos más increíbles que tenemos en nuestro cuerpo. Es difícil de pensar en ello como un órgano, ya que pensamos en cosas como el corazón, el hígado, etc. Lo cierto es que está formado en capas, donde la capa interna se llama la capa de malpighi. Esta capa crea las células muertas que podemos ver. Está en contacto directo con la dermis y es aquí donde el sol afecta la piel durante el bronceado. También tenemos la melanina, que es un pigmento que es la fuente del bronceado.
Cuando nos bronceamos, lo que pasa es que se produce una reacción que dispara la producción del pigmento llamado melanina. Esta reacción es por la luz ultravioleta que recibimos del sol. Esta luz ultravioleta estimula la producción de melanina. El pigmento tiene el efecto de absorber esta radiación.
Esta producción lleva su tiempo, y es por eso el que no podamos tener un bronceado en un día. Esta pigmentación hace de protector natural contra los rayos del sol. Por esto, hay gente que está más protegida que otra dependiendo de lo oscura que tenga la piel, y es por la pigmentación.
Si tienes la piel muy blanca y no tienes un bronceado, las células de la piel no están protegidas de los rayos ultravioletas del sol. Por tanto, es más fácil que te quemes si estas demasiado tiempo al sol.
Los síntomas son piel enrojecida y bastante dolor. En casos extremos pueden aparecer ampollas. Lo que hacen los protectores solares es bloquear y absorber los rayos ultravioleta. Se puede decir que forman una capa adicional a la piel para evitar que los rayos ultravioleta penetren demasiado en la piel.

De todos modos, aunque tengas una buena pigmentación, es aconsejable siempre ponerse un protector solar de cierta graduación. Esto es porque nadie es realmente inmune a los rayos del sol, y con el tiempo suficiente, cualquiera se puede quemar. Por tanto, si vamos a la playa o cualquier otro sitio con mucho sol, es buena idea tener el protector solar cerca.