Si estas de vacaciones por Córcega, algunas de las cosas que puedes y debes hacer es alquilar un coche (si no los has llevado de vacaciones) y explorar toda la belleza que el sur de Córcega nos ofrece. Los que tienen que cuidarse el colesterol tendrán un problema resistiéndose a la gastronomía que tenemos disponible en esta parte de Francia, empezando con sus quesos, charcutería, salchichas y más alimentos típicos que son populares en Córcega.
También hay un excelente pescado, como no podía ser de otra manera al tener unas magníficas costas. Por supuesto, de lo que queremos hablar es de playas, y en este caso hablaremos de una playa en particular que hay que visitar si estamos haciendo la excursión aconsejada anteriormente.
Hablaremos en este artículo de la playa de Rondinara, la cual es realmente una bahía en forma de herradura y que nos causará una buena impresión nada más verla por primera vez, gracias a sus aguas de color turquesa y sus blancas arenas.
Las aguas de la playa de Rondinara son calmadas, de poca profundidad y con un ligero oleaje que las hace ideales para nadar de forma segura, y para que los más pequeños puedan jugar en el agua sin riesgos.

La playa en si es ancha y muy larga, lo que nos permite unos largos paseos para recorrerla, y así observar todo el maravilloso escenario que tenemos alrededor. El paseo en coche para llegar a la playa de Rondinara es también un regalo escénico, recorriendo una carretera bordeando montañas donde algunas veces se estrecha más de lo que quisiéramos.
La playa tiene ahora más gente desde que asfaltaron la carretera para llegar, aunque no está tan concurrida como otras playas de Córcega.
Hay una playa mucho menos visitada justamente al sur de la playa de Rondinara, que puede ser accedida por un pequeño camino que desemboca en esta playa. Las aguas no son tan calmadas y la arena es más gris, pero hay varios caminos para seguir investigando los alrededores y aventurarnos a seguir descubriendo nuevos sitios.
La playa de Rondinara es algunas veces salpicada con algas, incluso en verano, lo cual es el único inconveniente de esta playa. Por lo demás, una playa perfecta para relajarnos y tomarnos un día de descanso con arena, mar y sol.
Hay un bar-restaurante en la propia playa para tomar algo o comer. Hay disponible un parking para aparcar el coche, que tiene capacidad para unos cuantos cientos de coche. No es gratuito por lo que hay que pagar una cuota (unos 3 euros al día), aunque no hay que pagar a partir de las 6 de la tarde.

El camino del aparcamiento a la playa es corto, de fácil acceso. Por este camino, también podemos acceder a la segunda playa mencionada anteriormente. No hay hoteles en la misma playa, pero por la zona tenemos varios hoteles muy buenos y de diferentes presupuestos para todos los bolsillos.