Fácilmente, una de las ciudades más atractivas del país vasco francés, es St-Jean-de-Luz, donde se incluye una también preciosa playa que hace de esta localidad una verdadera joya en la zona. Esta pequeña localidad costera está llena de encanto, desde su puerto lleno de barcas coloridas hasta sus pequeños comercios a pie de playa para comprar equipamiento para hacer surf y tomar algunas lecciones. St-Jean-de-Luz es el último pueblo grande antes de hacer frontera con España y es vecina con San Sebastián.
Mientras que Bayonna – su vecino con más población en los alrededores – St-Jean-de-Luz se mantiene plácido y tranquilo, siendo ideal para pasear y ver todas sus glorietas y calles, lo cual nos dejará un grato recuerdo.
La ciudad y su playa es un buen lugar para pasar unos días y olvidarnos de los problemas del día a día. El único inconveniente que podemos encontrar es una falta de aparcamientos, lo cual es especialmente palpable durante las temporadas altas de turismo.
La playa de St-Jean-de-Luz es un destino conocido para los amantes del surf, y esto se nota en la cantidad de tiendas que dedican su temática a este deporte.
Hay que avisar que para los que les gusta pasar el día tumbados en la arena de la playa, puede que la temperatura sea demasiado fresca, incluso en el verano. Sin embargo, las playas son un verdadero ejemplo de ambiente relajado, donde hay socorristas por la zona velando por la seguridad.
Pasear por el puerto, el cual tiene su propio encanto, es una buena manera de conocer todos los bares y restaurantes que ofrecen una gran variedad de diferente comida, donde el marisco es lo más popular, aunque los precios no son precisamente económicos.
El centro de la ciudad tiene una apariencia con un fondo medieval, lo cual muestra una influencia de diferentes culturas del pasado, donde se incluye la española, y con una mezcla de arquitectura al estilo antiguo con viejos edificios y estrechas calles.