La Preciosa Playa de Tavira en Portugal

¿Qué hay de especial en Tavira, Portugal? Para empezar, maravillosas playas vacías con tramos de arena que parece que nunca se van a acabar. Campos con naranjos que dejan un peculiar y absorbente aroma por todo el tramo de costa. Colinas con almendros y casas que nos recuerdan donde estamos y que dan un aire único a esta parte de la costa portuguesa. Para terminar, los inmensos espacios abiertos.

Esto solo es una pequeña muestra de los encantos de Tavira y su municipio, lo cual es una invitación para venir y seguir encontrando cosas que no se han comentado en el artículo. Tavira junto a Lagos, es una de las localidades más atractivas para visitar si estamos viajando por el Algarbe, y su origen data de muchos años atrás.

Durante la ocupación por parte de los moriscos, esta localidad era considerada de gran importancia debido a su industria de pesca.

Como muchos de las edificaciones en Algarbe, sus construcciones fueron virtualmente destruidas en el terremoto e 1755. Desde entonces, las reconstrucciones han sido continuas hasta ser lo que es hoy en día. Un puente romano une ambos lados de la población.

La industria pesquera ya no es la principal en Tavira, sobre todo debido al turismo y al hecho de que se haya hecho muy conocido en el circuito turístico. Gran parte de esto lo tienen sus playas, como son las de Barril, Cabanas, Ilha de Tavira y conceicao. Son playas muy tranquilas y el aislamiento en todas ellas es lo que tienen en común. Algunas de estas playas pueden ser visitadas mediante un barco de Tavira.

De las playas comentadas anteriormente, hay que hacer una especial mención a la playa en la fabulosa isla de Ilha, la cual es una playa de unos 15 kilómetros de larga. Se puede llegar por ferry y hay bares y restaurantes para comer si decidimos pasar todo el día.

El pequeño pueblo de Cabanas (con su playa comentado antes) es un pintoresco lugar donde seguro que nos los pasamos muy bien. Las vistas desde el lago de Ría Formosa hasta la playa de ilha son algo realmente idílico, y podemos dejar pasar el tiempo sentándonos en un bar del paseo, y disfrutar de un café o una copa de vino.