La playa más cercana a Noia es la playa de Testal, la cual tiene unas arenas blancas y prácticamente ninguna ola. Como ocurre con muchas playas de Galicia, está rodeada por árboles, donde se pueden ver pinos y eucaliptos. Las mareas en la playa de Testal varían mucho, y cuando baja, la playa se extiende varios centenares de metros hacia el interior del mar.
Las aguas suelen cubrir poco hasta bien metidos en el mar, y de hecho nos podemos meter más de cien metros en el agua y nos seguirá cubriendo por la cintura.
Cuando la marea está alta, la playa coge una forma larga y algo estrecha. La playa de Testal está a un kilómetro de Noia y se puede venir andando, aunque lo mejor es ir en coche. Hay un aparcamiento gratuito bastante grande al lado de la playa, y aun cuando la playa se pone bastante concurrida, no hay problema para dejar el coche.
La playa no tiene socorristas, aunque al ser las aguas bastante calmadas y sin corrientes, no hay peligro en absoluto. Como ocurre con muchas calas y bahías en España, si vamos por carretera podríamos pasarnos de largo, por lo que es aconsejable ir prestando atención a la salida a la playa.

La playa de Testal se suele poner más concurrida en los fines de semana, aunque en verano podemos encontrar un buen número de personas a diario. La playa de Testal tiene dos áreas bien distintivas.
La primera y la más popular está formada por pequeñas dunas, y el pueblo de Noia es claramente visible desde esta parte de la playa. Esta zona también tiene playas y un pequeño bar donde comer y beber algo.
Según bajamos con dirección a la boca de la bahía, la playa se vuelve más silenciosa y más pintoresca. El aparcamiento que está más cercano a esta parte de la playa tiene un puesto permanente donde poder comprar bebidas y helados, pero solo abre en temporada vacacional. Cuando la marea está baja, solo hay un corto paseo desde la playa de Testa a la próxima playa de Taramancos.
Las arenas de Testal son famosas en Galicia por la recolección de almejas. Esto ocurre a finales de otoño, y contribuye significativamente a la economía del pueblo. Diferentes partes de la playa tienen atribuidos zonas para familias las cuales pueden hacer esta recolecta. Si no se tiene licencia, no se puede recolectar almejas, por lo que es algo que debemos recordar.

Hay patrullas de vigilancia que se encargan de que esto se cumpla al pie de la letra. Sin embargo, lo curioso que es que aunque es un delito recolectar almejas y llevárselas, no lo es cogerlas y comerlas en la misma playa. El problema es solo cuando nos vamos de la playa con las almejas.