Dentro de unos pocos años, el número de turistas viajando a destinos internacionales aumentará de una forma considerable, y muchos de estos viajeros irán a diversos entornos y ecosistemas repartidos por todo el mundo. Muchos irán con la preocupación moral de no contaminar las áreas que visiten y se preguntarán ¿Cómo puedo viajar sin dejar huellas de polución detrás de mí? ¿Cómo puedo proteger el entorno cuando viaje a maravillosos escenarios naturales?
Cada vez más personas están interesadas en el concepto de unas vacaciones sostenibles según varios estudios. La concienciación general con el cuidado del planeta es cada vez mayor, y mucha gente decide elegir lo que se ha dado en llamar “vacaciones verdes”.
Los viajeros “verdes” quieren hacer dos cosas: proteger los sitios que visitan y reducir o al menos compensar las emisiones de carbono que emiten cuando viajan. Esto significa preservar la vida salvaje, las plantas, la cultura y todos los recursos naturales que se van encontrando por donde pasan. También significa hacer unas buenas elecciones sobre el transporte y el alojamiento.
Por ejemplo., el viajero puede elegir quedarse en un recurso turístico que practica sistemas sostenibles para el medioambiente. Como todos sabemos, los aviones y los coches son los que más emiten dióxido de carbono, y por eso puede preferir viajar en tren. Si tiene que volar, puede elegir alojarse en un hotel “verde” para compensar las emisiones del avión.
Al contrario de lo que puedas creer, los viajes comprometidos con el medioambiente no tienen que costar más. Los sistemas sostenibles suelen ahorrar dinero a los hoteles a largo plazo, por lo que muchos de estos alojamientos están empezando a implementar sistemas “verdes” en sus instalaciones.
Como es lógico, lo que ahorra dinero a un hotel también ahorra dinero a su huésped. Por otra parte, tal como están los precios de los combustibles, viajar de una forma más sostenible puede ser más barato. Como se ha dicho, la mejor manera de hacer unas vacaciones naturales de este estilo es coger el tren o incluso el autobús. Si se usan estos medios de transporte, se reducirá la energía y el combustible que se necesita por persona para llegar al destino.
Sin embargo, muchas veces volar puede ser la única opción que poder llegar al destino. Por desgracia, viajar en avión es el medio de más emisiones de carbono que hay. Aunque los coches no se quedan atrás lanzando al aire emisiones, los viajes por aire hacen más daño porque liberan los gases en la atmósfera a una altura mayor. Algunos grupos han encontrado una posible solución a esto, y son los viajes de carbono neutrales.
Para viajar de esta manera, primero hay que calcular el carbono que producimos en el avión, calculado en unidades de dióxido de carbono. Después se pueden comprar objetos cuyos beneficios vayan a proyectos para investigación de energías menos contaminantes o donaciones a organizaciones comprometidas con el medioambiente.
Según estos grupos, esto compensa hasta cierto punto el carbono utilizado para ir de un sitio a otro en avión. Aunque esto de momento es un procedimiento nuevo y no muy extendido, se está haciendo bastante popular para justificar la polución de los vuelos.
Por otro lado tenemos el mismo tema con los alojamientos. Si piensas en un alojamiento verde, puede que la primera cosa que te venga a la cabeza sea una cabaña en medio de la naturaleza. Sin embargo, los alojamientos amigos del medioambiente han salidos de los bosques y ya se pueden encontrar en grandes áreas urbanas donde llegan muchos turistas. ¿Qué es lo que hace que un hotel sea “verde” y comprometido con el medioambiente?
Para empezar, algunos de estos hoteles tienen sistemas de reciclaje, lo cual puede ser para el agua y otros productos. Algunos ya entregan periódicos a las habitaciones para reducir el gasto de papel. Algunas también usan paneles solares como energía no contaminante.
La parte buena sobre estos alojamientos verdes es que no hay que sacrificar prácticamente estilo no encanto. Muchos de estos hoteles están construidos con madera reciclada muy trabajada y cuidada. Se calcula que hay unos tres mil hoteles verdes por todo el mundo que se adhieren a las normas que esta forma de vida exige. Si este verano quieres ser más gentil con la naturaleza, puede que unas vacaciones naturales sean una buena decisión.
